Empresa familiar en tiempos de COVID-19: adaptación, formación e innovación frente a la incertidumbre
La empresa familiar en España ha apostado por asumir riesgos, acelerar iniciativas, innovar en estrategias, procedimientos y productos e invertir en formación para adaptarse a una realidad cambiante y repleta de incertidumbres, todo ello con la vista puesta en las nuevas necesidades que demandan los clientes/consumidores y con un loable instinto de superación y altas dosis de esfuerzo y optimismo.
Así se ha puesto de manifiesto en un debate celebrado por la Fundación Formación y Futuro, con la intervención de empresarios que son referentes nacionales e internacionales, líderes de empresas familiares que, desde distintos sectores del tejido industrial, han podido crear, mantener, consolidar y expandir su modelo de negocio.
Bajo el título “La empresa familiar en tiempos del COVID-19: retos e incertidumbre”, en este encuentro se ha revisado el impacto de la actual pandemia de COVID-19 en el sector empresarial y, en particular, en las empresas familiares, evidenciándose como la mayor parte de ellas han reaccionado ante esta situación que podía amenazar su sostenibilidad y se han animado a desarrollar e implementar interesantes e innovadoras estrategias de presente y de futuro. Sobre estos aspectos han compartido opiniones, experiencias y consejos tres líderes de empresas familiares españolas que son un ejemplo a seguir: Clemente González Soler, Tomás Pascual Gómez Cuétara y Joaquín Uriach Torelló.
Clemente González Soler es el fundador, propietario y presidente ejecutivo del Grupo ALIBÉRICO, un grupo industrial y tecnológico especializado en la fabricación de materiales avanzados de aluminio, con presencia comercial en más de 80 países y con productos de alta gama para sectores tan diversos como la edificación, la alimentación, la farmacia, el transporte y las energías alternativas. Cuenta con más de 35 empresas y 17 fábricas en 4 continentes, siendo el primer grupo privado español y el primer grupo familiar europeo del sector del aluminio.
Tomás Pascual Gómez-Cuétara lleva tres décadas implicado directamente en uno de los grupos empresariales más conocidos y prestigiosos de Europa en el ámbito de la alimentación. Desde 2006 dirige Calidad Pascual, una compañía nacida hace más de 50 años bajo el nombre de Industrias Lácteas Pascual. Tiene comercializados más 200 productos, dispone de una decena de plantas industriales, más de una veintena de delegaciones y posee una plantilla de más de 2.500 empleados.
Joaquín Uriach Torelló es presidente del Consejo de Administración de la empresa farmacéutica Uriach, que cuenta con más de 185 años de historia y que efectúa ventas internacionales en más de 70 países en todo el mundo, siendo el laboratorio más antiguo de España y el segundo de Europa. A pesar de su crecimiento constante en las últimas décadas, Uriach sigue siendo una estructura familiar independiente, procurando la mejor salud posible para los ciudadanos y comprometida con la sostenibilidad y el medio ambiente.
Habituados a lidiar con múltiples dificultades, en un endémico contexto de crisis económica y con crecientes incertidumbres y retos, estos profesionales y las compañías que representan han tenido que reinventarse en muchos casos para superar los enormes obstáculos que está imponiendo la situación de crisis sanitaria actual que, sin duda, está golpeando duramente al sector empresarial de nuestro país.
Durante el debate, los participantes han pasado revista a estos retos y dificultades a los que se enfrentan las empresas familiares en un momento en el que nos faltan respuestas y certezas, y en el que es determinante el liderazgo ante los grandes cambios que se deben afrontar. La realidad es que el impacto del parón económico de los últimos meses ha sido inmenso y no ha afectado por igual a todos los sectores de nuestro país, al igual que la recuperación tampoco se está produciendo de manera homogénea.
A pesar del impacto diferenciado que está teniendo esta crisis en los tres sectores empresariales representados en este foro, se ha puesto de relieve que la forma de afrontar este grave problema ha sido similar, con una decidida, ambiciosa y arriesgada apuesta por la innovación, por agilizar la puesta en marcha de medidas innovadoras y la digitalización, así como por invertir en formación y en el mejor conocimiento de las necesidades de los clientes y, en definitiva, de la sociedad.
Las lecciones, recomendaciones y reflexiones de estos empresarios resultan no solo estimulantes, sino que permiten atisbar con cierto optimismo el futuro de la empresa familiar. Por eso, ¡no te puedes perder este debate!