Vivir más y en plenitud: ¿Cómo potenciar las virtudes de la mente adulta y valorar sus aportes?
Por cierto, Céfalo, que me es grato dialogar con los más ancianos, pues me parece necesario enterarme por ellos, como gente que ya ha avanzado por un camino que también nosotros tal vez debamos recorrer, si es un camino escabroso y difícil, o bien fácil y transitable.
Esta cita pertenece al comienzo de uno de los libros más importantes de la historia de la humanidad. En él, Platón, en boca de Socrates, esboza una reflexión acerca de las virtudes y los desafíos de la vejez. Se trata de La República y data del año 370 a. C.
¿Cómo valoran nuestras sociedades a los adultos mayores?
Vivimos en las sociedades más longevas de la historia, gracias a los avances en medicina y a la mejora en la calidad de vida cada vez se incrementa más la edad de la población.
Pero, si bien vemos como algo deseable la prolongación de las expectativas de vida ¿eso conlleva necesariamente una valoración positiva de aquellas personas que alcanzan edades avanzadas?
Para el filósofo griego Platón la vejez trae aparejada algunas de las virtudes más preciadas que podríamos desear, como: la prudencia, la sagacidad, la discreción y el buen juicio.
¿Cómo podemos, como sociedad, revalorizar esas virtudes y darles a nuestros mayores el lugar que merecen?
¿Qué tipo de conocimiento valoramos?
El genetista Australiano David Sinclair asegura, tal como nos ha expuesto Manuel Cossio, que envejecer es perder información. Se está refiriendo a pérdida y transformación de información epigenética, a nivel celular, por parte de tejidos, como el neuronal, que al no poder regenerarse da lugar a enfermedades neurodegenerativas.
Pero, ¿qué nos dice la filosofía de esto?, en el ámbito del conocimiento existe un saber práctico que necesita de la experiencia para ser adquirido.
En las cambiantes sociedades que vivimos, atravesadas por el avance de tecnologías que dejan obsoletas versiones anteriores con diferencia de meses, ¿puede ser revalorizada la experiencia de personas que se formaron y trabajaron en contextos tan diferentes al actual?
La respuesta es un rotundo sí, dado que hoy, más que en otro momento de nuestra historia, comienzan a destacarse las habilidades llamadas blandas, que son exclusivas de los humanos, como la capacidad de desarrollar vínculos interpersonales virtuosos, la resolución de problemas, la flexibilidad cognitiva y la toma de decisiones. En ese campo muchos nos tienen para contar aquellas personas que por su extensa experiencia se han tenido que adaptar a cambios y han presenciado las grandes transformaciones que nuestras sociedades han sufrido desde el siglo pasado hasta hoy.
¿Qué lugar ocupa el bienestar en la vejez?
Contrario a lo que pensaba Platón, para Aristóteles la vejez era una enfermedad, seguramente influido por vivir en una sociedad con una baja expectativa de vida, recordemos que él vivió entre los años 382 a. C. y 322 a. C.
En la actualidad se vuelve difícil aceptar la definición que nos propone Aristoteles, vivimos en sociedades cada vez más longevas y preocupadas por el bienestar y la calidad de vida.
Una reflexión en este sentido podría llevarnos a la siguiente cuestión: hoy en día la búsqueda del bienestar está en el centro de las preocupaciones de nuestra población, en el ámbito laboral se implementan cambios y escenarios ligados a generar climas positivos de trabajo, que potencien los vínculos y la sensación de plenitud al realizar las tareas. En el ámbito personal también se ha vuelto una preocupación, el cómo mejorar las relaciones interpersonales, los vínculos afectivos. Esta búsqueda de bienestar ha revalorizado algunas filosofías y conocimientos orientales que ayudan mucho en este sentido, tales como: practicar la gratitud, la meditación o atención plena y tener una mirada holística de la vida.
Cabe resaltar que las sociedades orientales, que han desarrollado algunas de las prácticas que hoy valoramos, le dan un lugar privilegiado a sus ancianos, reconociendo la sabiduría y el desarrollo espiritual que una vida de trabajo y sacrificio conlleva. Aprendamos también de ellos esta importante lección. Y recordemos que se puede medir el avance de una sociedad por el estatus que esta otorga a sus adultos mayores.