Implementación de IA en la empresa: la experiencia de OnWELL
La fusión de conocimientos, la integración de diferentes disciplinas científico-técnicas y sociales, y la apuesta continua por la innovación y el cambio es el motor de OnWELL, un laboratorio donde se crean nuevos modelos de aprendizaje y de trabajo, y donde se efectúa un exitoso cóctel de los mundos físico, digital y biológico, dotándose de equipos socialmente responsables, innovadores, con pensamiento empresarial y sistémico, y garante de la sostenibilidad. La empresa es fiel reflejo de su fundadora, que también es responsable del diseño de estrategias en esta entidad.
En la Fundación Formación y Futuro hemos tenido la oportunidad, y el honor, de charlar con Patricia Llaque Gálvez, una reconocida profesional en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, con una dilatada experiencia en empresas y organismos internacionales como Siemens, Shell, Barclays Bank, Guardia Civil, Telefónica, y en diferentes universidades. Entre otras muchas más credenciales académicas, es Máster en Neuropsicología Clínica y Máster en Ciencias Cognitivas.
Desde su empresa, OnWELL, esta emprendedora pertinaz y curiosa, pretende desarrollar una nueva línea de pensamiento que posibilite la interpretación y el tratamiento integral de la realidad, favoreciendo el desarrollo y ejecución de acciones con mayor impacto.
Patricia Llaque trata de resolver desde la transdisciplinariedad las muchas preguntas que ella misma se hace y que, en realidad, responden a necesidades no cubiertas o demandas no adecuadamente satisfechas. Según reconoce, “me encanta cuestionarme todo, producto de una mente curiosa y con muchas inquietudes”; y de ese afán surgen iniciativas y proyectos que permiten rediseñar espacios multisensoriales y crear sistemas complejos para la integración del conocimiento y datos. A su juicio, “es fundamental ver conexiones en todo, asociar conocimientos y trasladarlos entre distintos escenarios/contextos, evitando trabajar en silos organizacionales”; por eso, en esta empresa la interdisciplinariedad no es un adorno circunstancial, sino que se percibe como una mentalidad, como una forma de vida.
Tal y como se refleja en su propia web, OnWELL “diseña experiencias innovadoras para motivar el cambio de manera continua”. Y para lograr este propósito se echa mano de recursos tales como la Antropología, la Lingüística, la Neurociencia, la Filosofía o la Psicología, asentando gran parte de sus proyectos en las enormes posibilidades que ofrecen las actuales tecnologías de Inteligencia Artificial y Deep Learning, un campo donde aprecia carencias formativas debido, fundamentalmente, a la existencia de una “formación verticalizada y con modos mecanizados”.
En la entrevista, Patricia nos desgrana los retos y oportunidades que todos estos recursos ofrecen, más aún en un momento como el actual, marcado mundialmente por la pandemia de coronavirus. En este contexto, su trabajo en la intersección de la tecnología con la Psicología Cognitiva y del Comportamiento resulta de gran interés, así como su experiencia en el ámbito organizativo, asesorando en la transformación digital y cambio cultural.
De especial interés resulta su aportación en el ámbito de la salud, seguridad y bienestar, sobre todo con el foco puesto en la Medicina de precisión, personalizada y preventiva. OnWELL lleva a cabo iniciativas de especial relevancia en este sector, tendiendo puentes entre disciplinas y explorando las aportaciones que puede ofrecer las neurociencias (funcionamiento cerebro) y la mecánica cuántica en el ámbito de la inteligencia artificial, y viceversa. En algunos de estos proyectos se tiene muy en cuenta el papel de los neurotransmisores y hormonas en la determinación del nivel de nuestra respuesta emocional y se trata de dar respuesta a alguna incógnita que surge de la controvertida tensión que existe entre las emociones y la razón.
En definitiva, como ella misma comenta, “se trata de poner todos los conocimientos y medios posibles para poner la máquina al servicio del ser humano”, admitiendo que “la interacción tecnología-hombre es parte de la evolución” y aclarando que “es necesario explicar al ser humano de forma analógica en vez de forma digital”. Para Patricia Llaque, “la tecnología puede diseñarse de otra forma: no son elementos neutros, sino instrumentos dotados de la capacidad de actuar como vectores de determinados sesgos”.
Sin duda, esta investigadora y empresaria contribuye a que se logre una verdadera disrupción y al desarrollo de nuevos paradigmas que den respuesta a una realidad frenética y cambiante.