El enemigo invisible: Cómo los sesgos cognitivos afectan la toma de decisiones en tu empresa y cómo superarlos
¿Cuáles son los principales riesgos que corre una empresa, incipiente o consolidada, en el escenario actual?, ¿será la incertidumbre política?, ¿serán los avances en la robotización y la Inteligencia Artificial?, ¿será, tal vez, la volatilidad de los mercados?
¿Y si te dijera que uno de los principales riesgos es la ceguera ligada a la toma de decisiones y la capacidad de identificar oportunidades por culpa de los sesgos cognitivos que los humanos poseemos, individual o grupalmente, que no nos permiten decidir mejor?
¿Quiénes han influido más en el pensamiento económico y organizacional en los últimos 30 años? No, no han sido ni Keynes, ni Samuelson, ni Milton Friedman, ni mucho menos Marx o Adam Smith. La respuesta correcta es dos no-economistas: Daniel Kahneman y Amos Tversky, ambos psicólogos que se han dedicado a estudiar las áreas en las que los humanos fallamos a la hora de pensar, sobre todo la probabilidad y las dificultades que afrontamos cuando lidiamos con la incertidumbre. Ambos han realizado un gran aporte a la teoría de los sesgos cognitivos y las heurísticas o reglas que gobiernan nuestro razonamiento.
Los sesgos cognitivos son errores sistemáticos en el pensamiento humano que pueden afectar nuestra percepción, juicio y toma de decisiones. Para ejemplificar este punto analicemos brevemente tres de los más comunes:
- Sesgo de confirmación – Este sesgo se refiere a nuestra tendencia a buscar, interpretar y recordar información que confirma nuestras creencias previas, mientras ignoramos o descartamos información que las contradice. Esto puede impedirnos considerar otras perspectivas y limitar nuestra capacidad de pensamiento crítico.
- Sesgo de disponibilidad – Este sesgo se refiere a nuestra tendencia a valorar información más fácilmente disponible en nuestra memoria, como lo que hemos visto recientemente o lo que ha sido emocionalmente impactante, en lugar de buscar información más objetiva y completa. Esto puede llevar a una toma de decisiones sesgada y poco informada.
- Sesgo de anclaje – Este sesgo se refiere a nuestra tendencia a depender en exceso de la primera información que recibimos al tomar una decisión, incluso si esa información es irrelevante o inexacta. Esto puede llevar a una toma de decisiones sesgada y poco fundamentada.
Buenas noticias: estos sesgos se pueden corregir, parcial o totalmente. Conocerlos en profundidad ya es un gran avance, pero si además desarrollamos herramientas de pensamiento crítico y habilidades para debatir y tener una mente abierta y de crecimiento, el impacto en la mejora de nuestras decisiones será exponencial.
Es por eso que desde la Fundación Formación y Futuro en colaboración con la plataforma de aprendizaje gamificada Trainmotiv se ha desarrollado un curso orientado a la mejora de las decisiones, donde se abordan los principales y más transformadores conceptos de la bibliografía mainstream en el tema.
Te invitamos a conocer más sobre esta propuesta y aventurarse en este camino de autodescubrimiento.
Puedes saber más sobre este curso aquí.